martes, 20 de noviembre de 2012

Pequeño poema...

Sentada en mi balcón, frente al río, veo la luna brillar,
recordando aquellos momentos que a tu lado solía pasar.
Aveces me quedo pensativa, con una mirada fugitiva al cielo,
porque no sabes como me siento al saber que aquí no estas.
Con esta lamentosa y triste suerte que me a tocado vivir,
no me quedan esperanzas, ya no quiero ni reír.
Rojas están las aguas, están como teñidas,
seguramente es por la sangre de esta gran herida,
la herida de mi corazón que es la causante de mi dolor.
Este me hace pensar que entre nosotros ya nada quedó,
en realidad sólo queda aquel adiós, ni siquiera un quizás.
Pero teníamos como herencia una red de agujeros,
agujeros que se agrandan cada vez que a ella le dices TE QUIERO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario